El Canal de Panamá es de 80 kilómetros (50 millas) de largo y conecta los océanos Atlántico y Pacífico. Este canal fue cortado a través de uno de los puntos más estrechos del Istmo que une América del Norte y del Sur y ha sido nombrada como una de las siete maravillas del mundo moderno por parte de la Sociedad Americana de Ingenieros Civiles. El Canal utiliza un sistema de esclusas-compartimientos con puertas de entrada y salida – que funcionan como elevadores de agua que suben las naves desde el nivel del mar (del Pacífico o del Atlántico) al nivel del Lago Gatún (26 metros sobre el nivel del mar). Las embarcaciones navegan el canal a través de la Cordillera Continental para llegar a la costa opuesta. Cada juego de esclusas lleva el nombre del sitio de la ciudad original donde fue construido: Gatún en el lado Atlántico y Pedro Miguel y Miraflores en el lado Pacífico. El agua que se utiliza para subir y bajar las naves en cada juego de esclusas se obtiene del Lago Gatún por gravedad y fluye hacia las esclusas a través de un sistema de alcantarillas que se extienden bajo las cámaras de las esclusas de las paredes laterales y el muro central. La parte más angosta del Canal es el Corte Culebra, que se extiende desde el extremo norte de las Esclusas de Pedro
Miguel hasta el extremo sur del Lago Gatún, en Gamboa. Este segmento, de aproximadamente 13.7 kilómetros de largo, está tallado en la roca y caliza de la División Continental. Embarcaciones de todo el mundo transitan a diario a través del Canal de Panamá – unos 13.000 – 14,000 buques utilizan el Canal cada año y las actividades de transporte comercial a través del Canal representan aproximadamente el 5% del comercio mundial. El canal cuenta con una plantilla de aproximadamente nueve mil quinientos (9500) empleados y opera las 24 horas del día, los 365 días del año, ofreciendo servicio de tránsito a naves de todas las naciones sin discriminación alguna.