La tagua, también conocida como marfil vegetal, es originaria de la América tropical desde Panamá hasta Suramérica.
Crece en forma silvestre en los bosques. La Tagua, Corozo o Marfil Vegetal, es la almendra celulósica compleja de la semilla de “Phytelephas” de color blanco, ebúrnea, dura, pesada, lisa y opaca que adquiere brillo con el pulimento, inodora, insípida; pero no es elástica ni incorruptible como el verdadero marfil.
La planta tarda de 14 a 15 años desde que se siembra hasta colectar los primeros frutos y no se interrumpe la producción en todos los años y aun siglos. Ofrece 3 cosechas al año aproximadamente, se calcula que un ejemplar de dos metros de alto no tiene menos de 35 a 40 años de edad. Las palmeras bien desarrolladas producen anualmente de 15 a 16 cabezas o frutos. En cada fruto se reúnen aproximadamente 20 semillas o nueces.
Las semillas de tagua son comestibles para los seres humanos y son una fuente importante de alimento para muchos animales de la selva. Las semillas son recolectadas a mano en el medio silvestre. La tagua ha sido utilizada por los Embera y Wounaan para la elaboración de artesanías, lo cual plasman diferentes representaciones de animales y plantas de la naturaleza. Los tallados son hechos a mano, no utilizan ningún tipo de maquinaria para la fabricación de las artesanías. De hecho, la tagua ha ayudado a la preservación de los elefantes ya que ha sido remplazo del marfil de los colmillos de elefantes.
Los Embera y Wounaan tienen semillas de tagua tallada desde hace muchos años. Es un arte que se transmite de padres a hijos. Los temas de las tallas son más a menudo culturalmente simbólicos, como tallas de los animales que son nativos de las selvas de Panamá. Son los únicos que utilizan la tinta china para pintar sus trabajos ya que quieren representar en forma fiel lo que ven en la naturaleza.
